Ganar o no ganar, esa es la cuestión

Hace poco, un amigo que asistió a la presentación de mi novela "La Inconquistable" en la librería Gigamesh me dijo que debía haberme congratulado e iniciado el acto diciendo dos cosas: es muy difícil escribir y es muy difícil publicar. Y tan solo por eso, deberíamos estar celebrándolo por todo lo alto.
Y, la verdad, pensándolo fríamente, tenía mucha razón. Y estoy muy contento por ello. Es cierto, no todo el mundo tiene un libro publicado por una editorial reconocida. Aunque sí que es cierto que hay mucha gente que escribe, y que escribe muy bien. Como mucha gente que canta, o que cocina muy bien, pero que no tiene la oportunidad de darse a conocer.
Si las tres cosas que debe hacer una persona en su paso por el mundo terreno son: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libros, los tres retos ya están superados. Pero no podemos quedarnos aquí. Siempre hay que buscar nuevos límites, nuevos objetivos, sino todo resultaría muy aburrido. El mío, ahora, es intentar ganar un premio literario. Y eso, amigos míos, sí que es difícil.
No obstante, poquito a poquito, vamos avanzando. Si el año pasado "La Inconquistable" quedó finalista en el II Premio Ciudad de Utrera de novela corta de terror, pero sin opción a ganar, al ser considerada una novela de Ciencia Ficción que, posteriormente, la editorial Autores Premiados se ofreció a publicar en su nueva línea editorial Quasar, este año, mi novela "Juguetes rotos" ha estado presente en la lucha final de la tercera convocatoria de este certamen para conseguir el triunfo (tras quedar entre las cinco finalistas), aunque ha sucumbido ante "La casa automática" del gaditano Marco Antonio Marcos Fernández, al cual felicito sinceramente. De hecho, ha quedado segunda a nivel de votos. Eso me da fuerzas, como siempre, para seguir escribiendo, aunque también resulta un pequeño chasco, al haber quedado tan cerca del triunfo, sin llegar a conseguirlo. Lástima. El año que viene habrá una nueva oportunidad, por supuesto. Ahora, hay que empezar a trabajar en un nuevo proyecto y, sabiendo que tiene potencial, hacer todo lo posible para que "Juguetes rotos" tenga la oportunidad de ver la luz algún día, si es posible.

Os dejo el enlace, donde se habla del fallo del certamen y de la dura competencia que este año ha habido para obtener el premio.



Presentación y resfriado

Pues sí, ambas cosas a la vez. Hoy, metido en casita, resfriado, con una galipandria encima que no me aguanto, puedo reflexionar entre vahos de eucalipto sobre la presentación que el jueves día 5 realicé en la Librería Gigamesh de Barcelona.

¿Qué os puedo decir? Dos o tres semanas de nervios, una arritmia que aún coletea, pero una tarde fantástica, acompañada de familiares y buenos amigos. 

Hace poco leí en un bloc algo relacionado a la banalidad de realizar presentaciones de libros que, para lo único que sirven no es para vender más sino para que el autor, como mucho, se sienta acogido por su fans o posibles fans, pues habitualmente las novelas que se venderán en dicho evento no serán más que las que se hubieran vendido de no hacer la presentación.

Posiblemente es cierto, pero ese momento de encuentro, sobretodo en los autores novatos como yo, en los que la primera conexión con un futuro lector es esa primera presentación, te llena como pocas veces de ilusión y de cierto reconocimiento. Quizás no vendas más libros, pero el sentirte querido, arropado, aunque solo sea por tu familia, amigos y compañeros de trabajo, es mucho más de lo que pueden reportarte unos pocos euros. Dejémonos de tonterías, todo el mundo sabe que, de no ser un escritor muy reconocido o un personaje mediático, los libros que vas a vender no te van a dar de comer, no al menos demasiado. Por tanto, valoremos más las sensaciones, los sentimientos, la felicidad que significa la culminación de un sueño tan anhelado y el posible inicio de un camino hacia una nueva historia, hacia un nuevo horizonte.

Que sirva desde aquí este recuerdo como agradecimiento a todos los que asistieron al acto, presentado genialmente por mi amigo Benet Gunsé, a Jesús Moracho de Autores Premiados, y en particular a Alberto Granda, de Gigamesh, que lo hicieron todo muy fácil y sencillo. Mientras tanto, yo me quedo aquí, estornudando y tosiendo, que es lo que tiene la gripe.

Aún habiéndolo colgado en las redes sociales, os dejo con el booktrailer de "La Inconquistable", un pequeño homenaje a la novela que, con mi más humilde hacer, he creado. Espero que os guste: